jueves, 24 de enero de 2013

Celebración en el club de los viernes


Se acerca la Navidad y las amigas de El club de los viernes están inmersas en la preparación de las celebraciones. Ya no se ven tan a menudo como antes, pero siguen en contacto.

 Desde su viaje a Italia hace año y medio muchas cosas han cambiado. Dakota ha cumplido su sueño y estudia en una escuela de gastronomía. Además, tiene en mente un proyecto nuevo para la tienda de su madre: abrir una cafetería en una parte del local.

 Peri sigue siendo la encargada de la tienda, pero ahora también diseña bolsos. Durante la celebración del Día de Acción de Gracias, James, el padre de Dakota, sorprende a su hija con una noticia: pasarán las Navidades en Escocia con la familia de Georgia.
Allí establecerá una relación muy especial con su abuela Bess.

El club de los viernes se reúne de nuevo


Cinco años después del desenlace de El club de los viernes, el círculo de las amigas se sigue reuniendo regularmente para compartir sus secretos, proyectos y anhelos. En la fiesta por el embarazo de Darwin, todas llegan con un pequeño regalo tejido para la futura mamá y se dan cuenta que pueden seguir apoyándose las unas a las otras, a pesar de que las cosas han cambiado mucho. Catherine trata de rehacer su vida tras su divorcio, Lucy anda muy ajetreada con su trabajo de productora de videoclips, al igual que KC en su reciente dedicación a la abogacía. 
Pero sin duda quien más cambios ha experimentado es Dakota, la hija de Georgia. Con 18 años, estudia en la Universidad de Nueva York, aunque alberga el deseo de dedicarse a la repostería, afición que su padre reprueba. Cuando Lucy recibe una oferta para dirigir un videoclip en Italia durante el verano, le propone a Dakota acompañarla. Anita también desea viajar a Europa para buscar a su hermana, al igual que Catherine que quiere conocer a su proveedor de vinos.
 De esa manera, por una razón u otra, el Club de los Viernes se reencuentra en Roma, una estancia que se revelará rica en acontecimientos y encuentros inesperados.

domingo, 6 de enero de 2013

Amor es todo lo que necesitas



Phillip, un empresario inglés afincado en Dinamarca, es un viudo solitario de mediana edad que se ha distanciado de su hijo. Ida es una peluquera danesa que intenta recuperarse de la quimioterapia y a la que su marido acaba de dejar por Tilde, una chica mucho más joven. El destino está a punto de hacer que esas dos almas doloridas choquen de frente cuando se conocen camino de Italia, donde van a casarse Patrick y Astrid, sus hijos respectivos.


Susanne Bier nos sirve un cóctel hecho a base de amor, dolor y nostalgia, con personajes bien construidos que viven situaciones absurdas llenas de humor, al que solo podrán resistirse los corazones más duros. Una película acerca de las penas y alegrías de seguir adelante con la vida.




El abuelo que saltó por la ventana y se largó


A los cien años, aún queda mucho por vivir...

Momentos antes de que empiece la pomposa celebración de su centésimo cumpleaños, Alian Karlsson decide que nada de eso va con él. Vestido con su mejor traje y unas pantuflas, se encarama a una ventana y se fuga de la residencia de ancianos en la que vive, dejando plantados al alcalde y a la prensa local. Sin saber adonde ir, se encamina a la estación de autobuses. Allí, mientras espera la llegada del primer autobús, un joven le pide que vigile su maleta, con la mala fortuna de que el autobús llega antes de que el joven regrese y Alian se sube sin pensarlo dos veces, con la maleta ajena a rastras. Aún no sabe que el joven es un criminal sin escrúpulos y que la misteriosa maleta contiene cincuenta millones de coronas.

Pero Alian Karlsson no es un abuelo centenario cualquiera... y en poco tiempo, tras una alocada aventura, pone todo el país patas arriba. Jonasson urde una historia extremadamente audaz y compleja, capaz de sorprender constantemente al lector, pero el verdadero regalo es su personaje protagonista, Alian Karlsson, un hombre de un maravilloso sentido común, con todo un siglo a sus espaldas, que no teme a la muerte, ¡ni al crimen! Un anciano centenario que no está dispuesto a renunciar al placer de estar vivo

Las ardillas de Central Park están tristes los lunes


Después del extraordinario éxito de Los ojos amarillos de los cocodrilos y El vals lento de las tortugas, llega el desenlace de la trilogía.

La vida, a menudo, se divierte y, escondido en una palabra, una sonrisa, un billete de metro o el pliegue de una cortina, nos entrega un diamante capaz de colmar todas nuestras expectativas.

Para Joséphine el diamante podría ser la propuesta de su editor de que escriba una nueva novela, las llamadas de Philippe a las que no contesta o la incondicional amistad de su amiga Shirley. ¿Será Joséphine el diamante de Philippe? ¿Y cuál es el que persigue Shirley? Alrededor de estos tres personajes, todo un abanico de jóvenes -Hortense, Gary, Zoé, Alexandre- buscan también el diamante que ha de cambiar sus vidas para siempre, dejándose guiar por esas pequeñas piedras que van encontrando en el camino.

Porque si nos detenemos un instante, si observamos con atención y nos atrevemos a coger lo que nos ofrece una mano tendida, la vida, probablemente, no volverá a cubrirse de tristeza. Ni el sábado, ni el domingo, ni tampoco el lunes

El vals lento de las tortugas


La novela continúa con la vida de las y los protagonistas de Los ojos amarillos de los cocodrilos

Joséphine y Zoé se han instalado en un buen barrio de París gracias al éxito de la novela que finalmente ha reivindicado su verdadera autora.

Horténse se ha ido a estudiar moda a Londres y ve frecuentemente a Gary, el hijo de Shirley, quien también ha decidido vivir una temporada en Inglaterra. Philippe y su hijo también se han trasladado a Londres aunque van frecuentemente a París a visitar a Iris, ingresada en una clínica psiquiátrica por hallarse en una profunda depresión.
La madre de Joséphine y de Iris, Henriette, trama una venganza contra su ex marido y su amante, Josiane, quienes por fin han encontrado la felicidad y están extasiados con los poderes casi sobrenaturales de su hijo de meses.