miércoles, 21 de diciembre de 2022

Quédate conmigo


 Tyler Caskey es como un soplo de aire fresco para la comunidad de West Annett: es joven, carismático, sus sermones son brillantes y de gran sensibilidad. Sin embargo, en cualquier momento las cosas pueden cambiar, y lo que antes era atractivo puede dar lugar a calumnias y murmuraciones. La repentina muerte de la joven señora Caskey deja abrumado a su marido y a sus hijas. Tyler ya no encuentra las palabras adecuadas en la iglesia, ni compasión alguna para aquellos a los que antes inspiraba.

Quedate conmigo nos muestra los distintos matices de las relaciones afectivas, donde cada perdida cambia una vida, y donde de los lugares más oscuros aflora siempre la esperanza.

lunes, 5 de diciembre de 2022

Vasil

 


El árbol de la isla perdida

 


En un convulso 1974, mientras el ejército turco ocupa el norte de Chipre, Kostas, un griego cristiano, y Defne, una turca musulmana, se reúnen en secreto bajo las vigas ennegrecidas de la taberna La Higuera Feliz, donde cuelgan ristras de ajos, cebollas y pimientos. Allí, lejos del fragor de la guerra, crece a través de una cavidad en el techo una higuera, testigo del amor de los dos jóvenes, pero también de sus desencuentros, de la destrucción de Nicosia y de la trágica separación de los amantes. Décadas más tarde, en el norte de Londres, Ada Kazantzakis acaba de perder a su madre. A sus dieciséis años, nunca ha visitado la isla en la que nacieron sus padres y está desesperada por desenredar años de secretos, división y silencio. La única conexión que tiene con la tierra de sus antepasados es un Ficus carica que crece en el jardín de su casa.

La isla del árbol perdidoes una historia llena de magia sobre la pertenencia y la identidad, el amor y el dolor, y la asombrosa capacidad de regeneración a través de la memoria.


Higuera: Es uno de los árboles frutales de mayor tradición histórica, pues no sólo aparece en el Antiguo Testamento como símbolo de abundancia de la Tierra Prometida, sino que se conoce de una pintura egipcia de hace más de 4500 años donde aparece la recogida de higos.

Ficus es el nombre que le daban los romanos a la higuera cultivada; carica alude a una región de Asia Menor denominada Caria.


Chipre es uno de los pocos países divididos que quedan en el mundo. El conflicto lleva décadas enquistado, vigilado por Naciones Unidas, sin producir muertos pero envenenando las relaciones entre Grecia y Turquía.

La isla de Chipre formaba parte del Imperio Otomano durante siglos. La mayoría de la población era de habla griega y religión ortodoxa; un censo en 1872 contó 44.000 musulmanes y 100.000 cristianos. La población cristiana —o grecochipriota— consideraba como su líder al arzobispo, tal y como era habitual en el sistema de ‘milet’ otomano, y en su mayoría abogaba por una unificación de la isla con Grecia, considerada ‘madre patria’. Esta ideología se conocía como enosis (unión, en griego).

Gran Bretaña ocupó y administró la isla a partir de 1878, aunque bajo soberanía teórica otomana, la anexó en 1914 al inicio de la I Guerra Mundial y la incorporó a su imperio como colonia en 1925.

En 1955 se fundó la Organización Nacional de Combatientes Chipriotas (EOKA), con el fin de conseguir este objetivo a través de la lucha armada. Poco después se fundó, como contrapeso, un movimiento armado turcochipriota que abogaba por la división de la isla. En 1958 hubo luchas callejeras y por primera vez la población empezó a dividirse en barrios separados.

En 1960, Chipre alcanzó la independencia de Gran Bretaña. Un 30% de todos los puestos administrativos y escaños del Parlamento así como el cargo de vicepresidente, con derecho a veto, se adjudicaba a la minoría turcochipriota, acorde a la demografía, el resto, y el cargo de presidente, a la población griega. Gran Bretaña, Grecia y Turquía se comprometían a vigilar el cumplimiento de estos acuerdos. Makarios III, arzobispo desde 1950, fue elegido presidente.

A partir de diciembre 1963, tras un enfrentamiento callejero, combatientes grecochipriotas llevaron a cabo una campaña de masacres pronto respondida por milicias turcochipriotas, que causó unos 350 muertos en el bando turco, entre ellos mujeres y niños, y unos 200 en el griego. Los enfrentamientos armados pusieron fin a la participación de los funcionarios y representantes turcochipriotas en las instituciones compartidas. Numerosos turcochipriotas se retiraban, bien voluntariamente, bien forzados a enclaves turcos, donde crearon una administración propia. Naciones Unidas intervino enviando una fuerza de paz, conocida bajo las siglas de UNFICYP, que sigue presente hasta hoy. Instauró la división de la capital, Nicosia, mediante la ‘línea verde’.

Tras el golpe de estado militar de 1967 en Grecia, el arzobispo Makarios, reelegido en 1968, se distanció de la unificación con Grecia. Apoyado por Atenas, el antiguo líder de EOKA, Georgios Grivas, organizó la EOKA-B; tras su muerte en 1974, la guerrilla dio un golpe de Estado, derrocó a Makarios y persiguió una vez más a los turcochipriotas. En respuesta, Turquía, como potencia garantizadora de los acuerdos de 1960, invadió la isla y ocupó la zona norte. Meses después, Makarios fue restaurado en su cargo, pero Turquía mantuvo sus tropas. En 1975, ambos bandos negociaron un intercambio de población que creó dos zonas de población homogénea, una turco-musulmana en el norte, en el 37% de la isla, y una cristiano-griega en el sur.

En 1977, el dirigente turcochipriota Rauf Denktash y Makarios III firmaron un acuerdo según el que ambos territorios se unificarían como una única república federal bicomunal. Pero no se avanzó en las negociaciones y en 1983, Naciones Unidas emitió una resolución que exigía la retirada de las tropas y condenaba el intento de mantener la división creada por la intervención armada. En respuesta, Denktash proclamó la República Turca del Norte de Chipre como Estado independiente; hasta hoy sólo reconocida por Turquía. Hasta hoy, Ankara mantiene entre 35.000 y 45.000 soldados turcos en la isla.

Nuevas negociaciones en 1984, 1985 y 1997 no llevaron a ningún acuerdo. La candidatura de la República de Chipre en la Unión Europea incrementó las tensiones, al otorgar un nuevo respaldo internacional a la parte griega. Naciones Unidas elaboró un nuevo plan para una república federal de dos zonas; fue sometido a referéndum en abril 2004 y aceptado con 65% en la parte turca, pero rechazado por un 75% de los votantes en la parte griega.

Semanas después, la República de Chipre entró como miembro en la Unión Europea, teóricamente representando toda la isla, aunque la legislación de la UE no se aplica de momento a la parte turcochipriota.

Las ayudas de Bruselas y el turismo siguen mejorando el nivel de vida en el sur de la isla, pero no llegan al norte. La comunicación entre ambas comunidades es escasa, aunque numerosos turcochipriotas trabajan en empleos de bajo nivel en el sur. En 2008, la victoria electoral del partido comunista AKEL en la parte griega descongeló algo las relaciones y llevó a eliminación de algunas barricadas en Nicosia.

Una nueva ronda de negociaciones arrancó en 2014, pero siguen sin resolverse aspectos esenciales. Uno de los puntos en debate es el destino de la población turca inmigrada en las últimas décadas desde Turquía, que según algunas estimaciones supera ya a la turcochipriota original. Otro, la exigencia del bando turco de limitar tras la reunificación la compra de terrenos del norte por parte de grecochipriotas, para poder mantener una cierta separación zonal.