SINOPSIS
Toulouse, verano de 1939. Carmen de Pedro, responsable en Francia de los diezmados comunistas españoles, se cruza con Jesús Monzón, un cargo menor del partido que, sin ella intuirlo, alberga un ambicioso plan. Unos años después, en 1944, Monzón, convertido en su pareja, ha organizado el grupo más disciplinado de la Resistencia contra la ocupación alemana, prepara la plataforma de la Unión Nacional Española y cuenta con un ejército de hombres dispuestos a invadir España. Entre ellos está Galán, que ha combatido en la Agrupación de Guerrilleros Españoles y que cree, como muchos otros en el otoño de 1944, que tras el desembarco aliado y la retirada de los alemanes, es posible establecer un gobierno republicano en Viella. No muy lejos de allí, Inés vive recluida y vigilada en casa de su hermano, delegado provincial de Falange en Lérida. Ha sufrido todas las calamidades desde que, sola en Madrid, apoyó la causa republicana durante la guerra, pero ahora, cuando oye a escondidas el anuncio de la operación Reconquista de España en Radio Pirenaica, Inés se arma de valor, y de secreta alegría, para dejar atrás los peores años de su vida.
Toulouse, verano de 1939. Carmen de Pedro, responsable en Francia de los diezmados comunistas españoles, se cruza con Jesús Monzón, un cargo menor del partido que, sin ella intuirlo, alberga un ambicioso plan. Unos años después, en 1944, Monzón, convertido en su pareja, ha organizado el grupo más disciplinado de la Resistencia contra la ocupación alemana, prepara la plataforma de la Unión Nacional Española y cuenta con un ejército de hombres dispuestos a invadir España. Entre ellos está Galán, que ha combatido en la Agrupación de Guerrilleros Españoles y que cree, como muchos otros en el otoño de 1944, que tras el desembarco aliado y la retirada de los alemanes, es posible establecer un gobierno republicano en Viella. No muy lejos de allí, Inés vive recluida y vigilada en casa de su hermano, delegado provincial de Falange en Lérida. Ha sufrido todas las calamidades desde que, sola en Madrid, apoyó la causa republicana durante la guerra, pero ahora, cuando oye a escondidas el anuncio de la operación Reconquista de España en Radio Pirenaica, Inés se arma de valor, y de secreta alegría, para dejar atrás los peores años de su vida.
Jesús Monzón Reparaz (Pamplona, 22 de enero de 1910 - id., 1973) fue un político español de ideología comunista.
Nació el seno de una familia burguesa y acomodada de Pamplona (Navarra). Su padre, Cipriano Monzón, era médico, originario de Marcilla. La posición social de su familia le permitió trabar íntima amistad con personas de todo el espectro político. Estudió con los jesuitas en Tudela y luego obtuvo el título de abogado en Zaragoza. Durante su etapa universitaria, entró en contacto con el marxismo e ingresó en el Partido Comunista de España. Finalizados sus estudios, volvió a Navarra, donde fue uno de los creadores de la primera agrupación navarra del PCE. Se casó con Aurora Gómez Urrutia, perteneciente al entorno de Izquierda Republicana, con la que tuvo un hijo, Sergio. La muerte de su hijo provocaría la separación entre ambos. Monzón estaría unido sentimentalmente a otras tres mujeres a lo largo de su vida, para volver con Aurora tras ser excarcelado en 1959.
Máximo responsable del comunismo en Navarra (pequeño pero muy activo), desde 1934, en 1935 organizó una huelga general de la construcción junto a los sindicatos carlistas. Tras la creación del Frente Popular, Monzón fue el candidato comunista en las candidaturas del Frente Popular Navarro en las elecciones a las Cortes y de compromisarios para la elección del presidente de la República en el año 1936.
Logró huir a Francia pasando de ahí al País Vasco republicano (diciembre de 1936),
. A la caída de Bilbao pasó a Francia y de ahí volvió a la España republicana por Cataluña, donde puso en pie una columna vasconavarra que se integró en el Ejército Popular. Junto con otros líderes comunistas como Dolores Ibárruri, tiene que abandonar el país hacia Orán (7 de marzo), en la Argelia francesa. Desde ahí pasa a Francia y participa en la organización de la evacuación de refugiados hacia Sudamérica y la Unión Soviética. A diferencia de la dirección del PCE, Monzón permaneció en Francia tratando de reorganizar el PCE y organizando la resistencia de los refugiados españoles contra la ocupación nazi de Francia, junto con Manuel Azcárate y Gabriel León Trilla, la llamada Agrupación de Guerrilleros Españoles, bajo control comunista, que llegaría .
Monzón creó la Unión Nacional intentando unir a sectores monárquicos y democráticos de la derecha con la izquierda republicana y comunista para derribar a Francisco Franco.
Posteriormente, tras la Segunda Guerra Mundial en que la llamada Agrupación de Guerrilleros Españoles que había luchado contra los nazis y participado en la lucha de Francia, se había convertido en un ejército de 10.000 hombres. Este ejército realizó la Invasión del Valle de Arán en que entre 4.000 y 7.000 guerrilleros cruzaron los Pirineos, pero sin llegar a crear un territorio liberado. Esta invasión mal planificada y pésimamente ejecutada, fue desbaratada fácilmente por el Ejército español. Monzón retornó a Francia, donde sufrió la desautorización de Santiago Carrillo. Según Enrique Líster hubiera sido ejecutado por la dirección del PCE, si no llega a ser detenido en Barcelona.
Monzón pasa por las cárceles de Barcelona, Bilbao y El Dueso esperando una condena a muerte por su responsabilidad con los maquis. A su vez sus compañeros de partido le aíslan. Por la intercesión de Garicano Goñi, Aranzadi y otros amigos, Monzón es condenado a 30 años de cárcel. Fue indultado a finales de 1959, trasladándose a México donde vivía su exmujer
Regresa a España en 1969 y funda el Instituto Balear de Estudios Empresariales. Muere en Pamplona en 1973. En 1986, el PCE lo rehabilitó formalmente-
Con veintitantos años, el camarada Francisco Antón era comisario inspector del frente de Madrid. Todos coinciden en describirlo como un hombre muy atractivo. «Esbelto, moreno y guapo», dice de él Paul Preston en su semblanza de Pasionaria. «Una figura salida de un fresco de Miguel Ángel», escribe Almudena Grandes en el arranque de su impresionante último libro, Inés y la alegría. La historia de Dolores con Antón recorrerá las estaciones habituales de un vía crucis pasional. En el Madrid asediado por los golpistas, ella es el primer mito de la contienda, el más mediático sin duda, pero sus camaradas del partido no ven con buenos ojos esa relación. Puritanismo comunista o temor a que la impureza del sexo dañe su imagen de madre amantísima del proletariado internacional. Como si la dictadura del deseo no fuera con la severa cuarentona vestida de negro, los comunistas censuran por lo bajo esa relación. Una pasión burguesa, les debía parecer, incompatible con la altísima misión de Pasionaria, redentora de todos los parias de la tierra, de aquella famélica legión.
He leido (ya 3 veces) Inés y la alegría y, como me ocurre muchas veces, he ido tirando de los hilos cuyos colores me han llamado la atención. Buscando más noticias sobre Francisco Antón he llegado hasta aquí y me he encontrado con el regalo de datos también sobre Monzón. Muchas gracias.
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