miércoles, 27 de febrero de 2013

Antonín Dvorak


Antonín Leopold Dvořák fue un compositor checo que nació en Nelahozeves el 8 de septiembre de 1841 y falleció en Praga el 1 de mayo de 1904, posromántico y nacionalista, uno de los grandes compositores de la segunda mitad del siglo XIX. Sin perder una amplia proyección internacional, supo extraer las esencias de la música de su tierra (Bohemia). Sin duda su obra más célebre es la Sinfonía del Nuevo Mundo.

Vivió en Estados Unidos como director del Conservatorio de Nueva York . Bajo la influencia de los cantos espirituales de los negros norteamericanos y de la música popular estadounidense, así como de los ritmos de los aborígenes norteamericanos, compuso la Sinfonía nº 9 (más conocida como Sinfonía del Nuevo Mundo), el Quinteto para cuerdas en mi bemol mayor y el conocido Cuarteto americano. De este período también cabe mencionar su Concierto para violonchelo y orquesta, que rápidamente se convirtió en una de las obras más apreciadas para este instrumento solista.
Las dificultades económicas y los lazos familiares le llevaron de vuelta a Praga en 1895, donde empezó a escribir poemas sinfónicos y donde vio recompensados sus esfuerzos en el ámbito de la música dramática por el éxito de la ópera Rusalka (1901). También empezó a enseñar en el Conservatorio de Praga (donde, entre sus pupilos con más talento, se encontraban Josef Suk y Vítězslav Novák).
Objeto de honores y premios de todo signo, permaneció humilde y de gustos sencillos, leal a su nacionalidad checa. Murió en su patria de una congestión cerebral el 1 de mayo de 1904, contando con 62 años de edad.


domingo, 24 de febrero de 2013

Pequeñas infamias


Pequeñas infamias es una novela sobre las casualidades de la vida. Sobre las que se descubren con sorpresa, sobre las que no llegan a descubrirse y sin embargo marcan nuestro destino, y sobre las que se descubren pero se mantienen en secreto, porque hay verdades que no deberían saberse nunca. Puede leerse, también, como una sátira de sociedad, como el retrato psicológico de una galería de personajes, o como un apasionante relato de intriga, cuyo misterio no se resuelve hasta las últimas páginas. En la casa de veraneo de un acaudalado coleccionista de arte se reúne un variopinto grupo de personas. Juntas pasan unas cuantas horas y, a pesar de las frases agradables y los comentarios corteses, la relación acabará envenenada por lo que no se dicen. Cada una de ellas esconde un secreto; cada una de ellas esconde una infamia. La realidad adquiere de pronto el carácter de un rompecabezas cuyas piezas se acercan y amenazan con acoplarse. El destino es caprichoso y se divierte creando extrañas coincidencia