domingo, 2 de junio de 2013

El karité


El karité (Vitellaria paradoxa) es un árbol de hasta 15 metros de altura de las sabanas del oeste de África. 


El nombre de karité significa árbol de mantequilla. Este árbol puede vivir hasta tres siglos y el diámetro del tronco puede medir hasta un metro.




Tradicionalmente en África del Oeste, sus frutos se llaman nueces, estos frutos son drupas carnosas con una almendra de cáscara fina. Se obtiene, tras ebullición y triturado de estas almendras, una grasa vegetal llamada manteca de karité. Esta sustancia es comestible y utilizada tradicionalmente en la cocina local, también se utiliza en la industria chocolatera como sustituto de la manteca de cacao. Compuesto principalmente de ácido palmítico (2-6%); ácido esteárico (15-25%); ácido oleico (60-70%); ácido linolénico (5-15%); ácido linoleico(1%). 

Se conoce sobre todo a esta grasa por sus propiedades hidratantes por lo que es utilizada en la composición de numerosos preparados de la industria cosmética.

Los africanos, desde tiempos inmemoriales, cocinan la pulpa y la cáscara, según recetas tradicionales de cada región. La grasa de la manteca de karité, que viene de la simiente, es un condimento, como nuestra mantequilla o margarina, utilizada en salsas y frituras.

Propiedades cosméticas

·         Acción protectora contra la sequedad de la piel; hidratante para la piel y el cabello.
·         Protección contra eritemas solares (inflamación de la piel caracterizada por manchas rojas).
·         Prevención y tratamiento para el envejecimiento cutáneo, estimula el metabolismo de las células y previene las arrugas.
·         Acción cicatrizante de las heridas, apta para el tratamiento de dermis escamosas, para manos secas y agrietadas, para el tratamiento de úlceras y eccemas.


La bibliotecaria de Auschwitz


'La bibliotecaria de Auschwitz'  está basada en la historia real de una superviviente del campo de concentración nazi, Dita Kraus, que aún hoy sigue viviendo en Israel, y con la que Iturbe contactó durante su investigación para el libro.
La obra recupera la historia de Kraus, que siendo una niña de 14 años, custodió clandestinamente los pocos y prohibidos libros que circulaban en el barracón 31 de Auschwitz, donde un grupo de adultos los leían y ejercían como profesores de un grupo de niños deportados. Iturbe dio con la pista de su historia gracias al libro de Alberto Manguel 'La biblioteca de noche'.




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Habíamos ganado la guerra




El libro presenta la burguesía franquista en la Barcelona de los años cuarenta y cincuenta a través de los recuerdos de la autora desde los tres años, edad que contaba cuando las tropas de Franco entraron en Barcelona, hasta los veinte, cuando abandona su militancia en la Falange y toma conciencia de que no pertenece al bando de los vencedores, en cuyo seno se ha educado, sino al que sigue y seguirá luchando por una mayor justicia.