El karité (Vitellaria paradoxa) es un árbol de hasta 15 metros
de altura de las sabanas del oeste de África.
El nombre de karité significa
árbol de mantequilla. Este árbol puede vivir hasta tres siglos y el diámetro
del tronco puede medir hasta un metro.
Tradicionalmente en África del Oeste, sus frutos se llaman
nueces, estos frutos son drupas carnosas con una almendra de cáscara fina. Se
obtiene, tras ebullición y triturado de estas almendras, una grasa vegetal
llamada manteca de karité. Esta sustancia es comestible y utilizada
tradicionalmente en la cocina local, también se utiliza en la industria
chocolatera como sustituto de la manteca de cacao. Compuesto principalmente de
ácido palmítico (2-6%); ácido esteárico (15-25%); ácido oleico (60-70%); ácido
linolénico (5-15%); ácido linoleico(1%).
Se conoce sobre todo a esta grasa
por sus propiedades hidratantes por lo que es utilizada en la composición de
numerosos preparados de la industria cosmética.
Los africanos, desde tiempos inmemoriales, cocinan la pulpa y
la cáscara, según recetas tradicionales de cada región. La grasa de la manteca
de karité, que viene de la simiente, es un condimento, como nuestra mantequilla
o margarina, utilizada en salsas y frituras.
Propiedades cosméticas
·
Acción protectora contra la sequedad de la
piel; hidratante para la piel y el cabello.
·
Protección contra eritemas solares
(inflamación de la piel caracterizada por manchas rojas).
·
Prevención y tratamiento para el
envejecimiento cutáneo, estimula el metabolismo de las células y previene las
arrugas.
·
Acción cicatrizante de las heridas, apta
para el tratamiento de dermis escamosas, para manos secas y agrietadas, para el
tratamiento de úlceras y eccemas.
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