El castillo de Montearagón está ubicado en la cima de un
monte redondo y elevado llamado Monte Aragón que dio nombre al castillo-abadía.
Fue concebido como un conjunto arquitectónico fortificado, compuesto de
castillo con viviendas militares intramuros y además albergó en su interior una
rica Iglesia y monasterio real.
Fue fundado y construido por Sancho Ramírez de Aragón
en estilo románico, su residencia y lugar de cortes hasta su muerte, acaecida
en la toma de Huesca. La abadía canónica bajo el nombre de abadía de Jesús de
Nazaret de Montearagón estuvo siempre bajo la regla de san Agustín y con el
patronazgo real fue uno de los monasterios más notables de la Edad Media
. En el
siglo XII ciento cuatro iglesias y villas estaban bajo su jurisdicción. Sus
monjes tenían escaño en las cortes del reino de Aragón.
La función militar del castillo concluyó entre la toma de
Huesca y el fin de las guerras hispano-árabes en la península pero la del
abadiato continuó por cerca de 750 años.
Tras las campañas iniciales de su padre Ramiro I de Aragón,
desde el Condado de Aragón y Reino de Pamplona sobre la Taifa de Zaragoza, este
castillo-monasterio formará parte constituyente de los orígenes de la Casa Real
de Aragón. También por designios del monarca, en sus aledaños se construyó la
villa de Montearagón que en su primer uso y función alojaba los ejércitos del
rey, situaba así Sancho I todo este baluarte cristiano cerca de Huesca, ahora
yace en ruinas. Fue declarado Monumento Nacional en 1931.
En este castillo monacal fueron enterrados varios reyes
aragoneses, como el fundador del castillo Sancho Ramírez de Aragón muerto por
una saeta a 4 de junio de 1094 durante el sitio de Huesca. En 1095 fue
trasladado a San Juan de la Peña.
La Iglesia de San Pedro el Viejo alberga desde hace siglo y
medio el sepulcro de Alfonso I de Aragón el Batallador, 1 rey de Aragón y de
Navarra, muerto en septiembre de 1134 durante la batalla de Fraga, fue
enterrado inicialmente el mismo año en el monasterio de Jesús Nazareno de Montearagón.
Los restos del Batallador no fueron conducidos hasta el panteón real del
Monasterio de San Juan de la Peña donde reposaban los restos de su hermano
Pedro I de Aragón, su padre Sancho Ramírez de Aragón y su abuelo Ramiro I de
Aragón, el fundador de la dinastía, hijo natural del rey navarro Sancho III el
Mayor. A resultas de las leyes desamortizadoras de los regímenes del siglo XIX
y el subsiguiente abandono de Montearagón, los restos del rey fueron
trasladados a Huesca en 1843.
El tercer sepulcro real fue del infante Fernando, hijo del
rey Alfonso II de Aragón y de Sancha de Castilla que había sido abad de
Montearagón y falleció hacia 1250. Junto a este, el de una infanta de pocos
años.