
En pleno caos, Theo se hace con el cuadro favorito su madre, 'El Jilguero'. A partir de ese momento arranca la iniciación de Theo, un ladrón de cuadros, sí, pero también un huérfano sin rumbo que se mueve por ciudades como Nueva York, Las Vegas y Amsterdam en una ruta atestada de drogas, amistad, dudas y reflexiones
No hay comentarios:
Publicar un comentario