Érase una vez una saga familiar de terratenientes mexicanos y
un niño rodeado de abejas. Con estos elementos Sofía Segovia ha creado una
historia de amor por la tierra y del poder de la complicidad entre los seres
humanos.
Una mañana cualquiera un hombre de avanzada edad toma un taxi
en la ciudad de Monterrey rumbo a Linares, su ciudad natal. El viaje solo
llevará unas horas, pero el viejo habla y no para, como si delante de él se
desplegara todo su pasado. Así, el taxista y los lectores vamos a conocer la
historia de una familia mexicana de terratenientes, los Morales Cortés, desde
el principio del siglo XX hasta hoy.
De repente, en el fluir de las palabras, asoma el rostro amigo
de un niño sabio que no puede hablar, pero oye lo que otros no saben o no
quieren oír, y anda rodeado de abejas. Ellas son sus aliadas y las que sabrán
guardar los secretos del caserón de Linares, un lugar donde viven mujeres
hermosas y tercas y las naranjas tienen un sabor especial. Incluso la muerte es
distinta en Linares, y el hombre lo sabe. Por eso viaja, habla, recuerda...
El murmullo de las abejas nos lleva a un mundo donde casi todo
es posible si aceptamos que el cuerpo tiene más de cinco sentidos. Sofía
Segovia nos invita a aguzar la vista, a estar atentos, para oler el aire, ...
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