domingo, 16 de enero de 2022

Cuarteto


 Cuatro cuentos en torno al amor…

Una princesa enferma parece no tener cura en su enfermedad. Sin embargo, algo inesperado ocurre.

Un joven se enamora de una maestra. Cuando crezca intentará encontrarla.

En su salón de té una joven conoce a una clienta que desaparece de forma misteriosa.

Una mujer abandona a su marido para trabajar como científica en un lugar remoto.
Al saber que se encuentra gravemente enferma, el hombre decide reencontrarse con ella.

Los cuentos llevan títulos de locución latina: “Horror Vacui”; “Ceteris Paribus”, “Festina Lente” y “Noli Me Tangere”.

Tres mujeres


Sylvia Plath siempre apunta al corazón.Tres mujeres es un emocionante poema a tres voces que tiene como tema central la maternidad. Cada voz representa una forma de vivirla: la mujer que centra su realización en ser madre, la que sufre por no poder serlo y la que lo es a su pesar. Sylvia concibió este poema, feminista y antibelicista, para ser leído en voz alta, y en 1962, un año antes de su muerte, lo leyó en la BBC. La experiencia supuso un cambio de dirección en su forma de afrontar la escritura. Desde entonces concebiría los poemas «en voz alta», cambiando de forma definitiva su técnica poética







 Sylvia Plath (1932-1963) es una de las escritoras más admiradas del siglo XX. Poeta, novelista y autora de relatos, su obra se ha convertido en un clásico contemporáneo. Sus escritos, incluido su primer poemario, El coloso (1960), tuvieron una gran acogida, pero su máximo reconocimiento fue fruto de la publicación póstuma de su colección Ariel (1962). Póstumamente obtuvo también el premio Pulitzer por su poesía. Sylvia Plath se suicidó a los treinta años, tras una larga depresión. Un mes antes de su muerte salió a la luz la que sería su única novela y su obra más icónica, La campana de cristal.

Diario de una soledad


 Hay unas pequeñas rosas rosadas sobre el escritorio. Qué extraña tristeza suelen desprender las rosas de otoño…»

«Por primera vez en semanas, estoy aquí sola, dispuesta a retomar mi vida “real”. Eso es lo extraño: que ni los amigos, ni siquiera los amores apasionados, son mi vida real, a menos que disponga de un tiempo a solas para explorar y descubrir cuanto está ocurriendo, o cuanto ya ha ocurrido».

May Sarton espera abrirse camino «entre las abruptas y rocosas profundidades para llegar al núcleo de la matriz, donde aún quedan iras y violencias no resueltas. Mi necesidad de estar a solas siempre está en contrapunto con el miedo a todo aquello que sucederá si de repente, una vez adentrada en el enorme y vacío silencio, no puedo encontrar apoyo alguno».
Sarton escribe con un riguroso sentido de la observación y una gran carga emocional sobre el mundo interior y exterior: las estaciones, la vida cotidiana, los libros, la gente, las ideas; y a medida que se detiene en todo ello, va conformando su viaje artístico y espiritual. En este libro nos encontramos más cerca que nunca de la esencia de su escritura.



Todo un icono para las poetas y para las feministas: la belga/estadounidense May Sarton (Wondelgem, Bélgica, 1912 / York, EE UU, 1995). Y este libro, esencia pura de su escritura. ‘Diario de una soledad’ recorre un año de vida, un año de vida interior y exterior. Nunca es sencillo despojarse del artificio que nos ayuda a vivir a diario, ni es sencillo hacer desaparecer al personaje que invade nuestro cuerpo y nuestra memoria. Hay que ser muy valiente para dejarse caer sobre los brazos de la soledad; habitar esa búsqueda feroz y luminosa con que es capaz de señalar nuestros vicios y virtudes. Porque la soledad es ese espejo que no admite las mentiras que fabricamos para aparentar lo que no es.

Un espejo es también Diario de una soledad, de May Sarton, una superficie en la que podemos encontrar todas esas respuestas que nos niega el ruido que formamos a nuestro alrededor con la única intención de salvarnos.

Diario de una soledad es un libro emocionante, cáustico, extrovertido e introvertido en un equilibrio narrativo a priori imposible. Es dinámico y está insultantemente vivo, a pesar de que hace más de 25 años que su autora no está entre nosotros.

miércoles, 5 de enero de 2022

El pulso de mi sangre


 La nieta mayor de Beatriz Golmayo rescata del olvido familiar —un olvido intencionado— la historia de una abuela de la que apenas tiene recuerdos. Nacida en una casa señorial en un pueblo de la Castilla profunda, Beatriz, la hija única de unos padres jóvenes, ricos y profundamente enamorados, parece tener escrito el destino en letras de oro. Pero el azar es caprichoso y, desde el mismo momento de su nacimiento —un frío treinta de noviembre de mil ochocientos noventa y cinco—, su vida estará marcada por la tragedia.

Beatriz representa la dignidad de una mujer que no pierde la compostura nunca. Y la lucha por la supervivencia. La lucha, sobre todo, de las mujeres cuando no hay nada de lo que echar mano, cuando todo parece perdido. Esta lucha callada y discreta sin la cual el mundo ya no sería mundo. Solo de vez en cuando Beatriz se permite bajar la guardia durante un instante para preguntarse en qué momento se perdió la felicidad que le tenía reservada la vida, dónde se truncaron todas aquellas promesas.

De la mano de la protagonista de El pulso de mi sangre, el lector se pasea por la España de la primera mitad del siglo veinte. Una visión de lo que ocurre de puertas adentro, en el microcosmos de lo cotidiano, de los sentimientos y del dolor de todos aquellos que luchan por salir de la ignorancia y la miseria, en el escenario de los poderosos de turno empeñados en no perder el mando y el control. Mientras el país se va desangrando, primero, en una absurda guerra en Marruecos, después, en las revueltas anarquistas y, finalmente, en la guerra fratricida en la que «el terror se va haciendo sitio poco a poco en la conciencia colectiva ante la dialéctica endemoniada de los dos bandos».

Al final, la historia se permite un capricho y, en un giro inesperado, brilla un rayo de esperanza.