lunes, 5 de marzo de 2012

Bajo el león de San Marcos






Una escritora viaja sola a Venecia con la intención de olvidar su ajetreada vida, y de terminar de escribir la novela que se trae entre manos. Allí conoce a un pintor y restaurador de arte, y se verá envuelta en un extraño asesinato. Sus sospechas la llevarán a entablar relación con un comisario de policía. Mientras tanto, los personajes de su novela se ven influidos por las peripecias y los sentimientos que vive su creadora.








Giovanni Bellini (El Giambellino) 1429-1516Nació en Venecia, Italia. Pintor, al inicio del Renacimineto, de escenas religiosas, alegóricas y mitológicas. Hijo de Jacopo Bellini, artista estilo gótico, quién lo instruyó en sus primeros pasos. Su hermano Gentile y su cuñado Andrea Mantegna también son destacados del arte italiano.
Bellini es prócer de la pintura veneciana, la cual impulsó en su evolución desde el estilo gótico bizantino al más preciado purismo veneciano.




Tiziano Vecellio o Vecelli, conocido tradicionalmente en español como Tiziano o Ticiano (Pieve di Cadore, Belluno, 1477 - Venecia, 27 de agosto de 1576), fue un pintor italiano del Renacimiento, uno de los mayores exponentes de la Escuela veneciana.Discípulo de Bellini

Reconocido por sus contemporáneos como "el sol entre las estrellas",[1] Tiziano es uno de los más versátiles pintores italianos, igualmente capacitado para ejecutar retratos, paisajes (dos de los temas que le lanzaron a la fama), escenas mitológicas o cuadros de temática religiosa. Si hubiese fallecido a los cuarenta años, seguiría considerándosele el artista más influyente de su época. Sin embargo, tuvo una larga y dilatada carrera, y su obra atravesó muchas y diferentes etapas, en las que su estilo cambió tan drásticamente que algunos críticos tienen problemas para creer que los cuadros de su primera etapa y los de las posteriores hayan salido de la misma mano.

En cualquier caso, el conjunto de su obra se caracteriza por el uso del color, vívido y luminoso, con una pincelada suelta y una delicadeza en las modulaciones cromáticas sin precedentes en la Historia del Arte occidental.


sahumerio.



1. m. Acción y efecto de sahumar.

2. m. Humo que produce una materia aromática que se echa en el fuego para sahumar.

3. m. Materia quemada para sahumar.

almizcle.

(Del ár. hisp. almísk, este del ár. clás. misk, y este del pelvi mušk).


1. m. Sustancia grasa, untuosa, de olor intenso que algunos mamíferos segregan en glándulas situadas en el prepucio, en el periné o cerca del ano, y, por ext., la que segregan ciertas aves en la glándula debajo de la cola. Por su untuosidad y aroma, el almizcle es materia base de ciertos preparados cosméticos y de perfumería.

filfa.



1. f. coloq. Mentira, engaño, noticia falsa.

Un tetramorfos (del griego τετρα, tetra, "cuatro", y μορφη, morfé, "forma") es una representación iconográfica compuesta por cuatro elementos. La más extendida de éstas es cristiana, cuya tradición se remonta al Antiguo Testamento, cuando el profeta Ezequiel describió en una de sus visiones cuatro criaturas que, de frente, tenían rostro humano y, de espaldas, tenían rostro animal (Ezequiel 1:10). Una visión muy similar aparece en un pasaje del Apocalipsis de Juan (Apocalipsis 4:1-9) que describe a cuatro ángeles zoomorfos que rodean al Pantocrátor y que los estudiosos han interpretado desde el siglo VI, en la Edad Media como los cuatro evangelistas:

el ángel, o el hombre alado se asocia a Mateo, ya que su Evangelio comienza haciendo un repaso a la genealogía de Cristo, el Hijo del Hombre;
el león se identifica con Marcos, porque su Evangelio comienza hablando de Juan el Bautista, «Voz que clama en el desierto», dicha voz sería como la del león;
el toro sería Lucas, ya que su Evangelio comienza hablando del sacrificio que hizo Zacarías, padre de Juan el Bautista, a Dios;
el águila ha sido asociada a la figura de Juan, ya que su Evangelio es el más abstracto y teológico de los cuatro y, por tanto, el que se eleva sobre los demás.
Además de la relación del Tetramorfos con los cuatro evangelistas, se ha sugerido que Ezequiel se inspiró en la astrología zodiacal babilónica (recordemos que cuando este profeta predicaba, el pueblo de Israel estaba preso en Mesopotamia, en Siglo VI a. C., en manos de Nabucodonosor II): el hombre alado sería Acuario, el León, sería Leo, el toro sería Tauro y el águila sería Escorpio. También se ha sugerido que hacen referencia a los cuatro elementos básicos y, puesto que rodean al Pantocrátor, éste sería el Quinto Elemento unificador. Además, se ha sujerido que representan los cuatro atributos o principales cualidades Divinas, a saber: Amor, Justicia, Sabiduría y Poder.

El Tetramorfos y el Pantocrátor son una constante del arte cristiano medieval, tanto en escultura como en pintura (sea mural o en códices miniados)

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