Aleksy aún recuerda el último verano que pasó con su madre. Han transcurrido muchos años desde entonces, pero, cuando su psiquiatra le recomienda revivir esa época como posible remedio al bloqueo artístico que está sufriendo como pintor, Aleksy no tarda en sumergirse en su memoria y vuelve a verse sacudido por las emociones que lo asediaron cuando llegaron a aquel pueblecito vacacional francés: el rencor, la tristeza, la rabia. ¿Cómo superar la desaparición de su hermana? ¿Cómo perdonar a la madre que lo rechazó? ¿Cómo enfrentarse a la enfermedad que la está consumiendo? Este es el relato de un verano de reconciliación, de tres meses en los que madre e hijo por fin bajan las armas, espoleados por la llegada de lo inevitable y por la necesidad de hacer las paces entre sí y consigo mismos.
viernes, 21 de mayo de 2021
martes, 11 de mayo de 2021
Jauja
Una gran y conmovedora epopeya humana sobre el pulso permanente entre las aspiraciones individuales y las normas que rigen el destino.
María Broto es una reconocida actriz de teatro al filo de los cuarenta. A la salida del estreno de El jardín de los cerezos de Chejov –su representación soñada–, en la que encarna el papel de Luiba Andreievna, un hombre la espera en la puerta trasera del teatro. A primera vista, María no lo reconoce, pero el hombre insiste en explicarle quién es y por qué ha venido a buscarla.
Así recibe María la noticia de la repentina muerte de Teodoro Broto, su padre. La noticia, inesperada, viene acompañada del ofrecimiento de este hombre de volver al pueblo en el que vivieron de niños para asistir al funeral que tendrá lugar al día siguiente.
Pero María no tiene claro si quiere hacer este viaje al pasado y hurgar en las heridas abiertas de una infancia que todavía lleva marcadas en su interior.
Jauja entrelaza épocas, escenografías y sentimientos. Se enfrenta al pulso permanente entre las aspiraciones individuales y las normas que rigen el destino, y presenta un heterogéneo conjunto de personajes a los que seguimos durante varios años, para crear una epopeya humana y conmovedora que aborda los grandes temas: el amor y la pérdida, la fragilidad del éxito, las renuncias que impone el paso del tiempo, la dolorosa posibilidad del perdón, el deseo de redención, la dificultad de mirar a la verdad a la cara y, por supuesto, el rastro de la infancia, ese jardín de los cerezos que brilla por fuera, mientras los personajes que lo observan se deshacen por dentro.
Volar alto
La novela tiene como escenario Zaragoza, esa ciudad a la que llega Ciriaco Párraga en 1940 para trabajar con el fotógrafo Jalón Ángel, quien lo ampara, lo protege y le consigue el encargo de dos retratos muy bien pagados del generalísimo Franco. Ciriaco Párraga fue un excelente retratista que pasó una etapa de su vida en la capital aragonesa, donde expuso sus obras y en la que conoció, entre otros, a Pilar Bayona y José Camón Aznar. Volar alto nos cuenta todo eso, pero se detiene poderosamente en la inquietud y el miedo de sus personajes principales, unos sentimientos que conviven con el afecto, la amistad y el amor convertido en estribo que sostiene en los momentos difíciles.
Ciriaco Párraga
Párraga Macorra, Ciriaco. Torrelavega (Cantabria), 23.XII.1902 – Bilbao (Vizcaya), 1973. Pintor.
Desde niño
se perciben con claridad sus dotes de dibujante, destacando como alumno en la
Escuela de Artes y Oficios de Torrelavega, donde recibe las enseñanzas de
Hermilio Alcalde del Río. En 1918 se trasladó a Madrid con el objetivo de
consolidar su formación en la Escuela de Bellas Artes de San Fernando, a la que
asistió como alumno libre.
En 1932 regresó a Bilbao, donde fijó de forma
estable su residencia, si bien se vio obligado a trasladarse en distintas
ocasiones.
En 1934 participó activamente de la revolución, siendo encarcelado hasta 1935. Con el estallido de la Guerra Civil se enroló en las milicias, llevando a cabo labores de cartelismo. Fue encarcelado, en 1937, en Santoña, coincidiendo con Montes, Cherif; y después fue trasladado a diversos centros penales de la Península durante el conflicto (Castellón, Teruel, Zaragoza), pasando en 1939 a Valencia, donde fue puesto en libertad.
En 1940 se instaló en Zaragoza, ciudad en la que contrajo matrimonio y en la que comenzó a obtener reconocimiento como retratista y donde expuso en dos ocasiones. Comenzó a realizar paisajes.