martes, 14 de junio de 2011

Nu shu


En los años sesenta, en plena revolución cultural, una anciana se desmayó en una estación de ferrocarril de un pueblo de China. Para saber quién era, la policía rebuscó entre sus pertenencias y encontró unos papeles escritos en un código secreto. Lógicamente, dados los tiempos que corrían, la mujer fue detenida y considerada espía. Los expertos en códigos, después de los consabidos análisis de esos textos, vinieron a concluir que aquella escritura no tenía nada que ver con las intrigas internacionales. En realidad se trataba de una lengua que, desde hacía más mil años, venía siendo utilizada únicamente por las mujeres, con el total desconocimiento de los hombres: el nu shu.



En la antigua Hunan, la enseñanza del Nan Shu o "escritura de hombres" estaba vedada a las mujeres (véase lenguaje escrito chino). Se inventó entonces el Nü Shu y fue usado en secreto por las mujeres. Ellas aprendían el idioma transmitido de madres a hijas o entre cuñadas. Algunas veces los caracteres sirvieron como marcos decorativos o en artesanía, dada su forma más estilizada y estética que la forma "masculina". La mayoría de los escritos forman poesías con líneas de verso de cinco o siete caracteres.

A pesar de que la lengua nushu existía desde el siglo III de nuestra era, no fue conocido al mundo hasta 1983, debido al intenso secretismo que siempre ha rodeado a esta lengua.

Antes de la Revolución Cultural, era costumbre quemar cualquier escrito en Nü Shu durante el funeral de su autora, para que le acompañaran al otro mundo. Durante la Revolución Cultural, fueron destruidos miles de manuscritos en Nü Shu, en parte debido al miedo que provocaba una lengua secreta y en parte por la misión de los Guardianes Rojos) de destruir cualquier indicio de culturas antiguas. Como resultado, sobrevivieron muy pocos manuscritos Nü Shu.

Tras la Revolución China, las mujeres tuvieron acceso a la educación y el Nü Shu cayó en desuso. El 23 de septiembre de 2004 murió Yang Huanyi (también llamada Yang Yueqing), de 98 años, viuda de un granjero, la última persona que hablaba este idioma. Yang fue una de las principales representantes de China en la Conferencia de las Naciones Unidas sobre la Mujer, celebrada en Pekín en 1995 y aprovechó esa ocasión para entregar a los estudiosos gran parte de las cartas, poemas y artículos que había escrito en ese lenguaje, que fueron recopilados por la prestigiosa Universidad de Qinghua en un libro publicado el año 2005.

Tras el esfuerzo realizado por la señora Huanyi, el gobierno chino ha empezado a esforzarse por recoger y recopilar los escritos, a fin de poder conservarlo como parte invaluable de la rica y rara herencia cultural china

Gran parte de las obras en Nü Shu fueron las "cartas del tercer día" (三朝書, pinyin: sān cháo shū). Eran libros encuadernados en tela creados por "hermanas de sangre" (結拝姉妹, pinyin: jiebai zimei) y madres para dar a sus hermanas e hijas en su boda. El contenido habitual eran canciones en Nü Shu, que eran entregadas el tercer día tras la boda. De esta forma expresaban sus deseos de felicidad de la joven mujer que había abandonado el pueblo para casarse y la pena por la separación.

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