¿Puedes regresar a un lugar del que nunca
te marchaste? «La gente no sabe muchas veces lo que debajo del agua se
oculta ni la historia que se borró para siempre con la demolición del último de
los pueblos que aquí existieron. De ahí que algunos exclamen mientras lo
contemplan:"¡Qué bonito!"...Y qué triste, añado yo.»
En medio
de un paisaje hermoso y desolador, la muerte del abuelo reúne a todos los
miembros de una familia. Junto al pantano que anegó su hogar hace casi medio
siglo y donde reposarán para siempre las cenizas de Domingo, cada uno
reflexiona en silencio sobre su relación con él y con los demás, y sobre cómo
el destierro marcó la existencia de todos ellos.
Desde la abuela a la
nieta más pequeña, desde el recuerdo de la aldea que los mayores se vieron
obligados a abandonar a las historias y pensamientos de los más jóvenes, esta
novela es el relato coral de unas vidas sin vuelta atrás, un caleidoscopio
narrativo y teatral al que la superficie del pantano sirve de espejo. No
existe una única forma de mirar el agua, pero el sentimiento de desarraigo, de
exilio definitivo, ha permeado gota a gota a esta familia, generación tras
generación. Tal vez porque ningún lugar duele tanto como aquel al que jamás
podrás volver si no es desde el recuerdo o una vez muerto.
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