jueves, 10 de julio de 2014

I Guerra Mundial

Kaiser  Guillermo II
El ascenso de Guillermo II, nieto de la reina Victoria de Inglaterra,- hijo de Victoria, la mayor de las hijas de la reina Victoria-  al trono alemán en 1890 y la consiguiente destitución del anciano canciller Bismarck provocaron un giro radical en la política exterior alemana.

Guillermo II abandonó el sistema de alianzas construido por Bismarck que había garantizado la paz en Europa durante casi veinte años e impulsó una política alemana de hegemonía mundial, la Weltpolitik.

La mayor parte de los historiadores consideran que en ese momento se inició el camino que finalmente llevó a la Primera Guerra Mundial

El período que antecedió a la Gran Guerra, la conocida como “Belle Epoque”, se caracterizó en el terreno internacional por una creciente tensión entre las grandes potencias. La globalización económica y al auge del colonialismo incrementaron las rivalidades. En ese contexto, una serie de crisis internacionales fueron conformando dos alianzas enfrentadas.

 
Carlos I de Austria
El asesinato del Archiduque austriaco Francisco Fernando en Sarajevo en junio de 1914 fue el incidente que desencadenó la primera guerra mundial.Francisco Fernando era el heredero al trono de Austria en el que reinaba Francisco José I. L
a sucesión recayó en el sobrino nieto del emperador Francisco José I, un nieto de su hermano, Carlos I de Austria-Hungría, coronado a la muerte de Francisco José en 1916.
Carlos fue el último monarca Habsburgo. Incapaces de seguir sosteniendo el esfuerzo militar, Austria y Alemania pidieron el armisticio el 1 de octubre de 1918. Apenas 20 días después, Austria-Hungría se disolvió, en tanto que el emperador, negándose a abdicar, hubo de huir al extranjero (11 de noviembre).

El primer cambio tiene lugar en el contexto de la globalización que estaba viviendo la economía mundial. El ascenso de Estados Unidos y Japón, significó el paso de un concierto europeo a un concierto mundial de potencias. Dos guerras en el tránsito de siglo ejemplifican esta transformación: la guerra hispano-norteamericana de 1898 y la guerra ruso-japonesa de 1905.

El segundo cambio vino propiciado por las transformaciones tecnológicas de la segunda revolución industrial. El dominio de las nuevas tecnologías e industrias provocó una nueva correlación de fuerzas entre las potencias. La cada vez más poderosa Alemania comenzó a desafiar la hegemonía británica. Este desafío se concretó en dos terrenos: la creciente competencia de la economía germana y el acelerado rearmen naval alemán.

La tercera transformación la encontramos en la expansión colonial europea de fines del siglo XIX. La extensión de los imperios coloniales exacerbó la pugna por territorios y mercados entre las potencias industriales europeas. La competencia no solo se dio por razones económicas. A menudo cuestiones políticas, geoestratégicas o de prestigio estuvieron detrás de los conflictos coloniales.

Las crisis que precedieron al conflicto

Durante la década anterior a la guerra se sucedieron cuatro crisis internacionales que marcaron la evolución hacia el conflicto generalizado.

 Dos tuvieron como escenario Marruecos en 1905-1906 y en 1911. Alemania desafió la hegemonía francesa en el territorio, pero fracasó en su intento. El desafío germano confirmó la solidez de la Entente Cordiale y propició ante la creciente agresividad germana la firma en 1907 del Acuerdo anglo-ruso. Nacía así la Triple Entente uno de los bandos que se iban a enfrentar en la primera guerra mundial.

Las otros dos crisis tuvieron lugar en los Balcanes. Tras la anexión austriaca de Bosnia-Herzegovina (1908), la región se vio sacudida por las guerras balcánicas (1912-1913). Dos guerras sucesivas en las que se vieron involucrados todos los estados balcánicos. La primera enfrentó a todos con Turquía, la segunda enfrentó a los vencedores, Serbia, Grecia y Montenegro, contra Bulgaria. Las guerras concluyeron con el Tratado de Bucarest (1913) que supuso un vuelco en la situación en la zona:

        -Turquía quedó reducida en los Balcanes a la región en torno a Estambul.

         -Serbia, aliada de Rusia y defensora de los derechos de los eslavos en el imperio               austro-húngaro, se consolidó como el principal estado de la región.

         -Austria-Hungría, alarmada por el fortalecimiento serbio, llegó a la conclusión de             que solo una guerra preventiva impediría que Serbia, alentada por Rusia,                         encabezara un levantamiento general de los eslavos en el Imperio de los                           Habsburgo.

Nicolás II último zar de Rusia
Alemania estaba resuelta a apoyar a su aliado austro-húngaro en caso de conflicto.

Rusia estaba decidida a intervenir en el caso de que Austria-Hungría atacase a Serbia. Francia, a su vez, era mucho más proclive a apoyar a Rusia.

El ambiente bélico se extendía por las diversas capitales europeas.


La crisis definitiva: el atentado de Sarajevo (verano de 1914)
28 junio
Atentado de Sarajevo
23 julio
Tras asegurarse el apoyo alemán, Austria-Hungría lanza un ultimátum a Serbia
28 julio
Austria-Hungría declara la guerra a Serbia
30 julio
Rusia inicia la movilización general
1 agosto
Alemania declara la guerra a Rusia. Francia inicia la movilización general.
3 agosto
Alemania declara la guerra a Francia
4 agosto
Alemania invade Bélgica, lo que provoca que el Reino Unido le declare la guerra.


El enorme costo de vidas en los frentes, las penurias de la población civil y la conciencia de que la guerra no iba a concluir pronto extendieron el desánimo en los países contendientes. Los ejemplos son múltiples: oleada de huelgas en Gran Bretaña en 1916, motines en el ejército francés en 1917, aumento de las demandas nacionalistas en Austria-Hungría... Sin embargo, serán dos los acontecimientos clave que decidirán el signo de la guerra: la revolución soviética en Rusia , ( 1917),y la entrada de Estados Unidos en el conflicto.

El 28 de junio de 1914 el Archiduque Francisco Fernando, sobrino del Emperador Francisco José I y heredero al trono austro-húngaro, fue asesinado en Sarajevo (Bosnia). Un activista serbobosnio, Gavrilo Princip, miembro de la organización nacionalista serbia "La Mano Negra", fue el autor del magnicidio.

Lenin
El abandono de la guerra por parte de la Rusia revolucionaria permitió a Alemania concentrar todas sus fuerzas en el frente occidental. El verano de 1918 fue testigo de los últimos y desesperados ataques germanos. Sin embargo, sus aliados estaban al borde de la extenuación militar y económica. La llegada de las tropas norteamericanas desequilibró definitivamente la balanza.

Los Tratados firmados tras la Conferencia de París no contribuyeron en absoluto a estabilizar la situación europea y mundial.  Los errores de esos tratados de 1919 están detrás del nuevo  conflicto mundial que estalló veinte años después.

Alemania fue duramente tratada en el Tratado de Versalles.  Sin embargo, el país no fue ocupado militarmente en su totalidad y su poderío económico no sufrió una merma sustancial. La gran contradicción del Tratado de Versalles fue que trató de imponer una paz muy dura a un estado que aún era muy poderoso. Las posturas revanchistas, alentadas por las dificultades de la posguerra, pronto se extendieron en Alemania. Era el caldo de cultivo adecuado para grupos como los nacionalsocialistas de Hitler.

Tras la firma de los tratados de paz en Italia se repetía la frase "Hemos ganado la guerra, pero hemos perdido la paz".  Las exiguas anexiones conseguidas parecieron muy poco a muchos italianos. Un antiguo socialista, Benito Mussolini, encabezó uno de los grupos políticos extremistas que agrupaban a los descontentos.

La aplicación del principio de las nacionalidades (cada nación debía constituir su estado) en una realidad tan compleja como la de Europa Central y Oriental hizo que muchos de los nuevos estados incluyeran minorías nacionales descontentas con la nueva situación.


Francia, pese a imponer duras condiciones a Alemania, no consiguió que los países anglosajones se comprometieran a un pacto que garantizase su apoyo ante un eventual ataque alemán. La negativa norteamericana a firmar los tratados fue capital para el fracaso francés. La fragilidad de la posición francesa quedó clara en cuanto Hitler reinició el rearme alemán en la década de los treinta.  

No hay comentarios:

Publicar un comentario